El árbol de Neem (Azadirachta indica) es originario de Asia y pertenece a la familia: Meliaceae.
Es un árbol de crecimiento rápido y resistente a la sequía. Debemos plantarlo en lugares no expuestos, protegiéndolo los primeros años al no soportar las heladas.
Entre los principios activos más interesantes que se extraen de sus semillas está la AZADIRACHTINA, sustancia de gran valor en el control de distintas plagas: pulgones, orugas, trips, ácaros, mosca blanca, minadores de hojas, nematodos,...
Autorizado en agricultura BIO, no deja residuos medioambientales, no crea resistencias, no resulta perjudicial para mamíferos, pájaros, lombrices, depreradores de insectos (mariquitas), y abejas.
¿Qué es el Neem?
El árbol Neem, también llamado nim o Margosa, pertenece, como la caoba, a la familia de las meliáceas. El nombre latino de Neem - Azadirachta índica - deriva del persa, que significa literalmente: "El Árbol Libre de la India".
En la India, el árbol es conocido como la "farmacia o botica del pueblo", "margosa", "cinamomo", "árbol milagroso" y "panacea para todas las enfermedades". Los productos hechos de neem han probado tener propiedades médicas; tales como: antihelmíntico, fungicida, antidiabético, antibacterial, anticonceptivo, y sedativo, entre otras. Los productos derivados del neem son considerados como los componentes más importantes de la medicina ayurvédica, y se prescriben especialmente para enfermedades de la piel.
El Comité Nacional de Investigación (Washington, USA) ha publicado un informe con el título de: "Neem: Un árbol para resolver problemas globales" Dicho informe considera que el Neem es "la más prometedora de todas las especies vegetales por el hecho de que puede beneficiar a todos los habitantes de este planeta. Probablemente, ninguna otra especie vegetal ofrece tal variedad de productos y subproductos útiles y explotables".
La azadirachta índica, más conocida como margosa o árbol del nim, por sus propiedades intrínsecas, es sin duda un tesoro biológico, constituye en sí mismo una auténtica y completísima farmacia. Posee alcaloides como la margosina y otras sustancias activas capaces de combatir eficazmente más de 60 enfermedades y dolencias comunes, tales como la tuberculosis, el sarampión, la lepra, la malaria, la diabetes, la bronquitis, los parásitos intestinales, la hipertensión, la artritis, la piorrea, la sinusitis, la sífilis, las hemorroides, la psoriasis, la tiña, úlceras, tumores y un larguísimo etcétera. Difícilmente encontraremos otro recurso vegetal tan completo y versátil, con tantas aplicaciones terapéuticas.
El neem ha sido declarado por las Naciones Unidas como “el árbol del siglo XXI”. Y es que, como dijera un investigador de la Academia Americana de la Ciencia, “si hubiera que salvar una única planta de una hipotética catástrofe mundial, no habría ninguna duda sobre la elección: el árbol del neem”.
El neem tiene, entre otros, efectos bactericidas, antiinflamatorios, antivirales, antipiréticos, insecticidas y fungicidas. En la cultura y la medicina ayurvédica el neem se conoce y viene siendo utilizado desde hace más de 5.000 años. Un viejo refrán popular del sánscrito dice: “Ivasthyamdadati de nimbati”, lo que traducido significa “el neem proporciona buena salud”.
A partir del neem se elaboran insecticidas, fungicidas y fertilizantes de extraordinario valor para la agricultura y la jardinería integral o biológica. Actualmente existen en el mundo 18 millones de árboles del neem. La mayoría se encuentran ubicados en el subcontinente indio de donde son originarios, pero también son numerosos en Oriente Medio y en Asia suroriental, África subsahariana, Australia, Centroamérica y Sudamérica (sobre todo en el área del Caribe) y en algunas islas del índico, el Pacífico y el Atlántico como Mauricio, Fiji o Haití respectivamente. Así pues, el árbol del neem se cultiva hoy en día por todo el planeta, a lo largo de la franja comprendida entre el Trópico de Cáncer y el Trópico de Capricornio.
El aceite de neem es, por lo tanto, un fungicida efectivo para la prevención y control de varias enfermedades producidas por los hongos, incluyendo oídio, mildiu, moteado negro, botritis o podredumbre gris, antracnosis, roya, leaf spot (mancha foliar), filoxera y alternaria.
JARDINERÍA ECOLÓGICA
"...en numerosos ensayos, una fumigación de 1 por ciento de aceite de neem en agua "detuvo el 95 por 100 de oídio en hortensias, lilas, y flox."
Una única aplicación fue suficiente para proteger estas plantas ornamentales de la infección. Aplicaciones repetidas en intervalos de 7 a 14 días durante el crecimientos de las plantas, proporcionó protección contra la enfermedad, sin ningún daño a las plantas. En las plantas donde el oídio había comenzado a desarrollarse, "fue eliminado, proporcionando un control comparable al que se consigue utilizando fungicidas químicos."
El oídio, que también ataca a los mirtos y rosales, provoca que las hojas se pongan blancas. Los resultados preliminares indican que el aceite de neem detiene y controla los hongos que afectan a estas populares plantas ornamentales, especialmente en zonas húmedas.
Esta investigación comenzó en cooperación con el entomólogo del ARS Hiram Larew, también demostró que el aceite de neem puede reducir el daño causado por varias plagas, incluyendo la araña roja. En ensayos preliminares, un 2 por ciento de spray de aceite de semilla de neem, aplicado directamente sobre los huevos de las arañas rojas, provocó un 87 por ciento de mortalidad". Muchas plagas de insectos pueden sufrir los efectos de la azadiractina, incluyendo ácaros, escarabajos, orugas, insectos chupadores como los pulgones, cochinillas, áfidos y psilidos; o la mosca blanca.
TRATAMIENTO DE PLAGAS
Las semillas y hojas del árbol de Neem contienen muchos componentes que son útiles para el control de las pestes. A diferencia de los insecticidas químicos, los componentes del neem actúan sobre el sistema hormonal de los insectos, no sobre el sistema nervioso o digestivo, y por lo tanto no originan el desarrollo de resistencia en las futuras generaciones. Estos componentes pertenecen a la clasificación general de productos naturales llamados "limonoides".
Con los limonoides presentes en el neem se elaboran efectivos insecticidas, pesticidas, nematicidas y fungicidas, que además son inocuos para el medio ambiente. Los limonoides más significativos encontrados en el neem, con probada capacidad para bloquear el crecimiento de los insectos, son: la azadiractina, salanina, meliantriol y nimbina. La azadiractina se considera actualmente como el agente más importante, extraído del neem, para el control de los insectos. ‘Parece tener eficacia en más del 90% de las plagas. No mata los insectos –o, al menos, no inmediatamente–, en lugar de ello, sirve tanto de repelente, como para interrumpir su crecimiento y reproducción. Investigaciones realizadas durante los últimos años, han demostrado que es el regulador y disuasor más potente, nunca ensayado. Repelerá o reducirá la alimentación de muchas especies de plagas de insectos, así como de algunos nematodos. De hecho, es tan potente que una mínima cantidad de azadiractina evita que los insectos incluso toquen las plantas.’
Ciertas hormonas son necesarias para el crecimiento y desarrollo de los insectos. Estas hormonas controlan el proceso de metamorfosis en que los insectos pasan de larvas a adultos. La azadiractina bloquea las partes del cerebro de los insectos que producen estas hormonas vitales. Como resultado, los insectos son incapaces de transformarse. Es a través de estos sutiles efectos hormonales, cómo este importante compuesto de neem rompe el ciclo vital de los insectos. Las poblaciones de insectos disminuyen drásticamente al ser incapaces de reproducirse.
El meliantriol y la salanina actúan como poderosos agentes inhibidores del proceso de alimentación. La nimbina, al igual que la nimbidina (otro componente del neem) tienen propiedades antivirales.
Bloquear la transformación de las larvas, se considera que es una de las cualidades más importantes del neem, que puede usarse para eliminar muchas especies de plagas. Los productos del Neem son inocuos para la mayoría de los insectos beneficiosos, los humanos y demás mamíferos, excepto ciertos integrantes de la vida marina, como cangrejos, langostas, pescados y renacuajos.
A pesar de tener una gran selectividad, los derivados del neem afectan aproximadamente a unas 400 ó 500 especies de plagas pertenecientes a Blattodea, Caelifera, Coleoptera, Dermaptera, Diptera, Ensifera, Hetroptera, Homoptera, Hymenoptera, Isoptera, Lepidoptera, Phasmida, Phtniraptera, Siphonoptera y Thysanoptera, ostracodos, arañas y nematodos, especies nocivas de lombrices y hongos, incluyendo el productor de afllatoxina, asperguillus flavus.