Las hojas de esta planta de hielo son gruesas y carnosas, como si estuvieran cubiertas de pequeñas gotas de rocío. Al comerla explota en la boca una sensación de frescor salino, como a mar -realmente llamativo-. Por casi todo, esta planta no nos deja indiferentes.
También nos aporta un toque de bienestar, ayudando a mejorar nuestro "maltratado" sistema digestivo.
Es una de las plantas más sorprendentes, incluso por su precio.